Frecuencias Solfeggio

Del canto gregoriano llamado “Himno a San Juan Bautista” se deducen las notas musicales utilizadas en la anotación clásica occidental, que corresponde con una serie de frecuencias a la que se le han atribuido ciertas propiedades específicas. Redescubiertas por el Dr. Joseph Puleocomo, son útiles en tratamientos radiónicos, en inductores magnéticos o de estimulación cerebral, ya sea transcraneal por impulsos eléctricos cutáneos o por cualquier otro modo de estimulación. Su uso más común es escucharlo en un lugar tranquilo con auriculares.

De las primeras estrofas del Himnos a San Juan Bautista, Guido de Arezzo en el Siglo XI deduce los nombres de las notas musicales, utilizando la primera silaba de cada estrofa excepto de la última, Anselmo de Flandes siglos más tarde introdujo la nota SI, combinando las iniciales de Sancte Ioannes. Giovanni Battista Doni en el siglo XVII sustituyó la nota “ut” por la “do”, aunque en algunos países se sigue utilizando la antigua denominación. Las notas, el texto en latín y su traducción son:

Ut – Do: Ut queant laxis (Para que puedan).
Re: Resonare fibris (exaltar a pleno pulmón).
Mi: Mira gestorum (las maravillas).
Fa: Famuli tuorum (estos siervos tuyos).
Sol: Solve pollute (perdona la falta).
La: Labii reatum (de nuestros labios impuros).
Si: Sancte Ioannes (San Juan).


Son seis las frecuencias a las que se le han asignado una serie de propiedades:

UT – 396 Hz: Libera de los miedos e inseguridades personales, deshace el sentimiento de culpabilidad y hace asumir la propia realidad. Asociada con el color rojo, el elemento es la tierra y el chakra primero. Armónico: 99 Hz.

RE – 417 Hz: Estimula la trasmutación de la consciencia, cambiando el estado mental y conectando con la parte superior o divina del individuo. Su color es el naranja, su elemento es el agua y el chakra segundo. Armónico: 104.25 Hz.

MI – 528 Hz: Se le asigna la capacidad de regenerar el ADN y de transformar íntegramente al ser, está relacionada con el páncreas, el bazo, la vesícula biliar y el sistema digestivo. Su color es el dorado o el amarillo, su elemento es el fuego y su chakra el tercero. Armónico: 132 Hz.

FA – 639 Hz: Propicia el conocimiento interior e incrementa la inteligencia, mejora las capacidades cognitivas tanto en personas sanas como en aquellas con algún tipo de trastorno. Es empleada para tratar dolencias relacionadas con el corazón y los pulmones.  Su color es el verde, su elemento el aire y el chakra cuarto. Armónico: 159.75 Hz.

SOL – 741 Hz: Propicia la expansión de la consciencia y despierta la intuición, se le asocia con la garganta, la tiroides, el cuello, los hombros y el sistema auditivo; representa la expresión del ser. Su color es el azul, su elemento el éter y su chakra asociado el quinto. Armónico: 185.25 Hz.

LA – 852 Hz: Está relacionada con el orden universal y con lo transcendente o espiritual. El cerebro, la hipófisis, la glándula pineal y el sistema nervioso. Su color es el purpura, relacionada con todos los elementos sutiles, y su chakra asociado es el sexto. Armónico: 213 Hz.

La nota “LA”  normalmente se afina en 440, pero esto no se realizaba hasta 1939 por un decreto de Joseph Goebels en la Alemania nazi, adoptado en 1953 por la Organización Internacional de Normalización (ISO); anteriormente la frecuencia de afinación universal era 432 Hz, a la que se le adjudica la capacidad de sanar el cuerpo y armonizar el ser.

Además se tendría la nota SI, que vibraría a 963 Hz, está relacionada con el sistema nervioso, equilibrando y redistribuyendo la energía acumulada, así como liberando las tensiones internas.

Cristalizaciones de agua sometida a las frecuencias solfeggio por el método de Masaru Emoto: