En física cuántica dos partículas se pueden entrelazar de tal modo que se comporten como una, aquello que le sucede a una le ocurre a la otra independientemente de la distancia a la que se encuentren. Los descubrimientos científicos en este comportamiento de la naturaleza pueden dar validez a fenómenos tales como la telepatía o la sanación a distancia. En muchos de estos experimentos a menudo se utiliza la frecuencia como elemento de unión para que se establezca esa comunicación permanente independientemente de la distancia que los separe. Nos estamos refiriendo a las pruebas científicas de la teletransportación y la teletransferencia.
En un principio la confirmación del fenómeno de entrelazamiento cuántico se realizaba con fotones, partículas de luz, de tal modo que cuando se varía el estado de uno de ellos el otro cambia independientemente de las distancias que las separen. Si bien es un fenómeno que se produce en escala microscópica, cada vez más se obtienen resultados macroscópicos como el entrelazamiento cuántico entre dos diamantes milimétricos. Los resultados en este campo y sus derivaciones son cada vez más numerosos y sorprendentes.
En septiembre del 2012 se hizo público el haber conseguido el entrelazamiento cuántico de dos partículas a 143 kilómetros de distancia, en un experimento realizado en el mes de mayo anterior. En las instalaciones que Agencia Espacial Europea (ESA) tiene en las Islas Canarias, consiguieron transferir las propiedades físicas de un fotón a través de la teletransportación cuántica entre la Estación Óptica Terrestre (La Palma) y el observatorio de la ESA en Tenerife. El siguiente paso sería transferir las propiedades de un fotón a otro situado en un satélite en órbita terrestre, cada día que pasa los experimentos en este campo son más avanzados y prometedores.
En el Instituto de Física Cuántica de Beijing, China, el profesor Gao Shen ha monitorizado la actividad personal entre dos personas que supuestamente mantenían una comunicación a distancia, buscando patrones que expliquen un comportamiento cuántico; esto quedó reflejado en su trabajo del año 2003, titulado: “A Primary Quantum Model of Telepathy”.
En la universidad de Berkeley, California, investigadores creen haber encontrado un comportamiento cuántico en materiales biológicos durante la fotosíntesis. Tales observaciones fueron reflejadas por los investigadores M. Sarovar, A. Ishizaki, G. R. Fleming, K. B. Whaley, en su “Quantum entanglement in photosynthetic light harvesting complexes”, trabajo del 2009.
El equipo encabezado por el premio Nobel y descubridor del virus del SIDA Luc Montagnier, consiguió un paso más en el teletrasporte de ADN, colocando un tubo con una muestra viral muy diluida en agua en una bobina sometida a una frecuencia de 7 Hz y junto a él otro tubo con agua pura, el conjunto se situó dentro de un tubo de acero que sirve de escudo a otras interferencias. Tras dieciochos horas, ambos tubos se someten a una reacción en cadena de la polimerasa (PCR) con objeto de amplificar el ADN, en el tubo de agua pura apareció restos del material genético del otro tubo, por lo que no es que se transportase información entre un elemento y otro, sino que surgió en este recipiente no contaminado. La explicación que da el equipo de investigadores es que se crea una huella electromagnética que refleja la estructura exacta del ADN de muestra, con la amplificación posterior la Taq polimerasa identifica esa estructura sutil con la molécula real y realiza una copia de la misma; y a partir de aquí se genera ADN normal idéntico al original. La clave de por lo que no se había detectado anteriormente este fenómeno es que la muestra debe estar muy diluida y dinamizada previamente, como se realiza con las homeopatías. Al final del trabajo, se plantea que hay preguntas que tienen que ser resueltas respecto al papel del cerebro en la propagación de elementos biológicos, pues este produce frecuencias de 7,82 Hz, que corresponde con el estado Alpha o de meditación. Este estudio da carta de legitimidad a fenómenos como la curación a distancia por distintos medios, así como a la duplicación de remedios que defendía la radiónica. Desde hace algún tiempo se vienen incluyendo en los dispositivos radiónicos generadores de frecuencias, normalmente de pulso cuadrado positivo y negativo; lo que señala la inventiva visionaria por parte de algunos diseñadores de estas “maquinas”. El ensayo se dio a conocer en el 2010 con el título “DNA waves and wáter” y está firmado por L. Montagnier, J. Aissa, E. Del Giudice, C. Lavallee, A.Tedeschi, y G. Vitiello.
En este artículo hemos querido referir elementos de física que respaldan la acción a distancia, y como las frecuencias tienen un papel muy importante en ello, ya que es el elemento que permite el enlace. Lo que antes era visto como paraciencias o superstición, poco a poco va tomando carta de legitimidad a la luz de los nuevos descubrimientos científicos.