Los aparatos radiónicos de Steven L. Gibbs

En 1981 un agricultor de Clearwater, Nebraska recibió un mensaje de sí mismo en donde le daba las instrucciones para construir una máquina para viajar en el tiempo. A partir de esta circunstancia desarrolla una serie de máquinas radiónicas, que al margen de que según su inventor pueden estimular el viaje mental en el tiempo, son interesantes de conocer pues plantean un uso distinto en este tipo de instrumentos, así como la idea de interactuar con vórtices de energías. Sus primeros instrumentos incluían una cinta que se hacía para colocarla en torno a la cabeza y un potente electroimán, lo que hace muy peligroso potencialmente su uso, actualmente se ha decantado por algo más sencillo, que funciona con una pila y que resulta totalmente inofensivo.

Steven Gibbs es un agricultor que actualmente vive en Lyndon, Kansas; de profundas creencias cristianas que chocan con sus intereses por los viajes en el tiempo y la curación a distancia con sistemas similares a la radionica. Vende sus máquinas junto con las instrucciones por unos 350 dólares americanos, aunque están disponibles las instrucciones para la construcción propia  con elementos comunes fáciles de encontrar, por lo menos de su primer dispositivo denominado con las siglas “HDR”. Los pioneros en este tipo de máquinas para el supuesto viaje en el tiempo se llaman John Tooker y Jim Gerrard; en 1983 Gibbs contactó con  Gerrard para construir una máquina del tiempo, que fue diseñada por Bruce Perrault y a la que denominaron “Resonador Sonic”, que tenía forma de pirámide.  A partir de este primer diseño, Gibbs desarrolla su primer dispositivo denominado “Hyper Resonador Dimensional”, o por sus siglas “HDR”; si bien esta parece la historia auténtica, se dice que Gibbs se altera cuando se menciona y se cita a Gerrard. En realidad en un libro publicado en 1980 de Michael G. Smith llamado "Power Crystal", ya aparece un diseño de un portal para viajar en el tiempo y a un chico entonces por la década de 1980 de Calgary, Alberta, Canadá con el nombre de John Tooker se le ocurrió hacer una rejilla metálica y ponerle un gran imán con unos acumuladores de orgón; Gibbs y Tooker sustituyen el acumulador de orgón por una rejilla artificial. El nombre de John Tooker, recuerda al de John Titor que en los finales del siglo XX aparecerá en los foros de internet como un supuesto viajero en el tiempo. Stewen Gibbs era profundamente cristiano y John Tooker de tendencias paganas y “new age”, lo que hará que se distancien y que recorran caminos por separado.

Las máquinas desarrolladas por Steven Gibbs son: 
HDR o Hyper Dimensional Resonator, es su máquina clásica, dispone de un electroimán exterior, pozo de testigo con bobina, bobina para la cabeza constituida por un cable flexible de los utilizados para el teléfono, una bobina bifilar para el detector táctil y unos diales con potenciómetros de 10 K ohmios, aunque posteriormente se utilizaron de 50 K ohmios, se conecta a 110 voltios. Aunque es muy espectacular por su electroimán exterior, recomendamos no usarla y emplear mejor los otros modelos que van a los 9 voltios de una pila. 

Space Time Modulator o STM, es una HDR más sencilla y pequeña, no lleva electroimán, se sustituye por una pequeña placa de cobre que se conecta a través de un cable al plexo solar de la persona y se alimenta con pila de 9 voltios.

Quantum Accelerator QA-35a, similar a la anterior pero no tiene diales, también se conecta al pecho, es en realidad un estimulador galvánico como los clásicos de principios del siglo XX.

Time Transposer, es una HDR más pequeña, sin la bobina de la cabeza y sin el electroimán, se conecta al sujeto como las dos anteriores con una placa de cobre al plexo solar.

BW2000 Block Wall Device, enviada a CarlosX por Gibbs, es un dispositivo desarrollado en 2010. 


La HDR original tenía el propósito de incitar un estado mental que propiciase el “viaje astral” a otro tiempo, para ello constaba de un potente electroimán que se sujetaba con las manos a través de unos guantes, un cable del tipo telefónico que se ponía en torno a la cabeza y una pinza que se conectaba a tierra a un punto donde supuestamente hay un vórtice de energía. El aparato interiormente tenía un pozo de testigo construido con un bote aislante al que se le ha enrollado hilo de cobre fino, unos potenciómetros que regulaba un circuito constituido por diodos y un condensador, para ajustar los diales se hacía tipo radionica con un detector táctil que consistía en una bobina bifilar sobre una superficie deslizante, un condensador y unos diodos; todo ello conectado a la corriente eléctrica alterna de 110 voltios. 


El modo de operar seria el siguiente: a través de medios radiestésicos o con ayuda de una radio que detectase alteraciones en el campo electromagnético, se conecta la pieza a tierra, a veces se hace un vórtice artificial empleando una cruz de cobre; en el espacio para el testigo se sitúa un objeto relacionado con la época a la que se quiere viajar (por ejemplo una moneda) o un cristal de cuarzo, se concentra  mentalmente en el propósito y se van sintonizando los dos mandos de los potenciómetros al tiempo que se frota la superficie deslizante encima de la bobina bifilar hasta encontrar la reacción pegajosa típica de la radionica que indique que es el valor adecuado. Con la maquina sintonizada se ponía el cable telefónico en torno a la cabeza y se sujetaba el electroimán con las dos manos durante unos 15 minutos aproximadamente, se apagaba la máquina y se entraba en un estado de sueño en donde supuestamente se produciría el viaje en el tiempo. Llegado a este punto debemos recomendar no utilizar esta máquina tal cual, pues la frecuencia que pasa por la cabeza del operador no se sabe los efectos que puede tener a nivel de salud y el electroimán supone un peligro más que evidente. Describimos este sistema por lo interesante que tienen algunas ideas para el desarrollo radiónico, el propio Steven Gibbs abandonó el electroimán sustituyéndolo por una placa de cobre que se pone en contacto con el plexo solar, desapareció el cable bobina que se ponía en la cabeza y no se conectaba a corriente eléctrica sino que es alimentado por una pila de 9 voltios. Como máquina radiónica es fácil de utilizar, se pone el testigo en el pozo embobinado y pensando en el propósito se sintonizan los diales utilizando el detector táctil y se deja el tiempo conveniente; en vez del detector táctil se puede utilizar el péndulo para ajustar los diales.

Si bien lo relativo al viaje en el tiempo no puede ser creíble, los instrumentos desarrollados por Stewen Gibbs desde el punto de vista radiónico son interesantes por el uso de los diodos, de la bobina bifilar para el detector táctil y la idea de conectar con un vórtice de energía terrestre es de sumo interés.