Veremos como hacer una maquina radiónica sencilla, que se diferencia de las tradicionales por emplear diodos, condensador, una bobina caduceo y una bobina normal en torno al pozo de testigo, además de dos diales para ajuste. Aunque el “Hyper Resonador Dimensional” de Steven Gibbs nació como supuesta máquina para provocar viajes a través del tiempo, muchos experimentadores le ven utilidad como maquina radiónica y como estimulador para provocar estados alterados de consciencia. Son distintas las versiones que ha ido realizando Gibbs de su dispositivo inicial, sin considerar los dispositivos en los que se basó, aparte de las adaptaciones posteriores; resulta muy interesante y sencillo construir una sin los elementos potencialmente “peligrosos” como la bobina para la cabeza y el electroimán, dirigida a su uso como instrumento radiónico.
La máquina original de Steven Gibbs posee dos elementos peculiares que en los modelos posteriores desaparecen: un cable flexible de los utilizados en los auriculares telefónicos clásicos que se sitúa en torno a la cabeza y un potente electroimán que ha de sujetarse con guantes, ambos evidentemente peligrosos, por lo que desaconsejamos el uso de este dispositivo con estos elementos. El cable telefónico, denominado por su inventor como “bobina del tiempo”, al pasar por él voltaje de la red eléctrica, la frecuencia de 50 ó 60 Hz. según el sistema del país puede tener efectos negativos o por lo menos imprevisibles sobre el operador. Tiene un pozo de material aislante al que se le ha puesto dos cables de cobre esmaltado convirtiéndolo en una, dentro de él se sitúan el testigo para sintonizar la acción a realizar, ya sea un testigo-enlace con la acción a distancia, o un objeto que
represente la época a viajar en su concepción de máquina del tiempo; en ocasiones se introduce un cristal de cuarzo como potenciador energético. Aparte dispone de una bobina bifilar que se enrolla en forma de espiral a la que su creador denominó como “caduceo”, situado debajo de la caja de plástico que actúa como detector táctil al estilo tradicional de los dispositivos radiónicos. Una pequeña lámpara actúa de indicador del funcionamiento, tiene un interruptor de funcionamiento, un interruptor para limpiar el circuito
para un nuevo trabajo y otro para estabilizar la tensión que se dirige al electroimán, este cierra los extremos de un condensador de 1 µF que soporta 250 v., unos diodos y dos potenciómetros de 50 KΩ, con una resistencia de 15 KΩ completan el dispositivo. Del diseño inicial fue introduciendo múltiples variaciones, esta es la descripción de su máquina clásica más fabricada por Gibbs, aunque en otras el pozo no tiene doble bobinado y en otros diseños no se incluyen la resistencia de 15 KΩ ni el interruptor de limpieza ni tampoco el de estabilización. Su circuito más simple sería el siguiente:
para un nuevo trabajo y otro para estabilizar la tensión que se dirige al electroimán, este cierra los extremos de un condensador de 1 µF que soporta 250 v., unos diodos y dos potenciómetros de 50 KΩ, con una resistencia de 15 KΩ completan el dispositivo. Del diseño inicial fue introduciendo múltiples variaciones, esta es la descripción de su máquina clásica más fabricada por Gibbs, aunque en otras el pozo no tiene doble bobinado y en otros diseños no se incluyen la resistencia de 15 KΩ ni el interruptor de limpieza ni tampoco el de estabilización. Su circuito más simple sería el siguiente:
El completo descrito anteriormente es:
Una adaptación de las máquinas de Gibbs para 9 v. sin bobina para la cabeza y sin electroimán es útil para ser utilizada fundamentalmente como dispositivo radiónico. Montamos el dispositivo siguiendo los esquemas anteriores y el de la Quantum Accelerator QA-35a, para ello utilizamos un pozo de testigo embobinado, una bobina bifilar enrollada debajo de un metacrilato blanco a modo de detector táctil, una resistencia de 220 kΩ y un led indicativo del funcionamiento, seis diodos P600K, dos potenciómetros de 50 kΩ, un condensador de 1 µF 250 v., interruptor de puesta en marcha y cuatro clavijas hembras para las salidas positiva y negativa. Nuestra adaptación:
Su esquema:
Su funcionamiento como maquina radiónica es sencillo, con los potenciómetros a 0 se enciende e introduce un testigo de la persona o elemento biológico sobre el que se quiere actuar (Gibbs por ejemplo lo hizo con la foto de un campo), se concentra el operador mentalmente en lo que desea, se van moviendo los mandos de los potenciómetros empezando por el de la izquierda al tiempo que se frota sobre el detector táctil hasta encontrar la reacción que indique que es el valor adecuado, se pasa al siguiente dial y se repite la operación; se deja actuar el tiempo acordado por radiestesia o por otro método. El funcionamiento como máquina para inducir viajes astrales en el tiempo o alteraciones en el estado de consciencia que preferimos denominar de este modo, sería el de una vez encendido poner un cuarzo u objeto que rememore el tiempo o propósito a inducir la experiencia e ir moviendo los diales con el propósito mental de lo deseado hasta obtener la reacción de adherencia, una vez sintonizado se pondría una placa de cobre conectada a través de un cable desde una de las salidas positivas al plexo solar y de una de las salidas negativas a tierra o a un vórtice de energía detectado, se estaría unos 15 minutos, tras los cuales se desconecta la máquina y se entra en estado de sueño o meditación profunda. Se probó una forma similar de trabajo a la anterior, pero con placa positiva y negativa al plexo solar de la persona, motivando posteriores sueños convulsos.
En conclusión la adaptación de la máquina de Steven Gibbs que realizamos resultó útil como dispositivo radiónico y es interesante desde el punto de vista de diseño por el uso de las bobinas para generar ondas escalares, si bien se es bastante crítico con el concepto de viaje en el tiempo, sí que es un estimulador de estados mentales digno de ser experimentado.