Por medios radiestésicos se pueden encontrar una serie de números que corresponden con el problema o enfermedad a tratar, a esto se le denomina “índice personal”. Estos índices se pueden trasportar a escritura rectangular que al ser emitida a través de un gráfico activo hace la función de factor corrector. La onda forma generada por este tipo de gráficos es capaz de actuar tanto a nivel físico, mental como en otros planos. Esta técnica es una derivación de los trabajos de los radiestesiístas franceses de mediados del siglo XX, con distintos desarrollos posteriores.
El primer paso es encontrar los valores numéricos o serie de cifras que corresponden con la cuestión a tratar. Para ello se pone el testigo en el centro o se piensa en el asunto a tratar si es algo para el propio operador, sosteniendo el péndulo en el centro se deja que vaya indicando el primer número, después el segundo, el tercero y el cuarto; para asegurarse de que no hay que averiguar ninguno más se le interroga al péndulo, lo habitual son cuatro cifras. Las unidades se representan con ángulos rectos, los decimales con ángulos rectos y un punto; y los números de las centenas con ángulos rectos y dos puntos. Este es el gráfico para obtener las cifras en escritura rectangular:
Una vez obtenidos los números del índice hay que unirlos o dibujarlos, esto se realiza de derecha a izquierda. No hay que ponerlos como si fuesen gráficos independientes sino unidos. Suponiendo que se hayan obtenido los valores 100, 30, 8 y 70, estos son:
Uniendo los trazos posibles, empezando desde la derecha quedaría de este modo:
Con este gráfico ya solo quedaría introducirlo en algún elemento emisor, como una pirámide, una pila radiestésica o algún tipo de gráfico emisor, con el testigo correspondiente. Este tipo de gráficos que ha tomado la psiónica procede de la técnica de los “sigilos” de los sistemas mágicos y kabalisticos.
.