Los cristales naturales son muy utilizados como remedios para tratamientos energéticos, como parte de un dispositivo radiónico, psiónico o instrumentos bionenergéticos. Con los cristales de cuarzo o gemas se pueden hacer elixires para tratamiento, cargarlos y potenciarlos en la pirámide o formar parte de la bobina de un equipo radiónico, por ello es muy importante elegir cual mejor sintoniza con el propósito al que se va a destinar y su usuario. Así mismo, hay que despojarlos de cargas externas, tanto en el momento posterior a su adquisición como descargarlos después de un uso intensivo.
La elección del cristal se hace en primer lugar a través de las cualidades asociadas a cada uno y para determinar el ejemplar en concreto a través de la afinidad o sensación al tacto con la piedra. Si se tienen varias del mismo y hay que seleccionar una para una persona en concreto se puede utilizar el péndulo y un testigo del sujeto para determinar cuál de entre ellas es la adecuada. También se puede emplear el biómetro de Bovis para cuantificar la intensidad energética de cada ejemplar mineral y elegir el que arroje mayor resultado. Si se van a utilizar para un tratamiento de una dolencia o como activador de una cualidad es mejor que se traten de cantos rodados si se han de poner sobre una zona en concreto o llevar encima a modo de colgante o en una bolsita. Para maquinas radiónicas o instrumentos psiónicos se emplean normalmente puntas minerales, su tamaño está entre los 3 cm y los 7 cm, normalmente solo llevan unas pocas vueltas de hilo de cobre, pero si se va a realizar una bobina larga el tamaño ha de ser mayor y preferentemente deben ser puntas biterminadas, por ejemplo la bobina principal de una máquina Hieronymus. Las puntas con talla tipo Marcel Vogel, son útiles para curación o para dispositivos energéticos, como sistema para revitalizar el agua; se ha de sentir una afinidad especial con ella nada más verla, como si se notase una frecuencia común.
Hay distintos modos de limpiar un cristal:
La luz del sol y de la luna, además de recargar su energía, sirven para restablecer su vibración natural. Antes de utilizar un cristal o cuando se quiere potenciar su potencial se deja durante unas horas a la luz de uno de los dos astros.
Agua y sal, es el método más conocido y común para todas aquellas piedras que no se descompongan. En un cuenco con agua pura se añade un buen puñado de sal y se deja el cristal dentro todo un día y una noche, luego se limpian los granos con un trapo con sumo cuidado de no rayar la superficie. La sal puede ser marina o de roca.
Otras piedras también se pueden limpiar de energías externas para el primer uso o después de utilizarla terapéuticamente. El cuarzo claro y la coralina limpian otros cristales, se puede poner una de estas piedras en la bolsa o caja donde se guardan el resto para que las vayan desimpregnando y volverlas a su vibración original. La shungita también elimina influencias de otras piedras, es suficiente con dejar la gema encima de una plancha o dentro de unos cuencos hechos de este material. Son autolimpiables el citrino, la azeztulita y la cianita.
El método de Marcel Vogel. A él no le gustaba el método de limpiar los cuarzos con agua y sal, pues pueden rayarlos, empleaba un sistema más íntimo o espiritual. Con el cristal en la mano, se hace una llamada a lo superior (dependiendo de las creencias personales) y se inspira por la nariz aire pensando que está lleno de luz, se expira sobre el cristal visualizando que una luz lo purifica de cualquier influencia externa.
Con luz ultravioleta se pueden eliminar las influencias. Este método es sobre todo para cristales (mayormente puntas) que se encuentran dentro de máquinas y no es posible desmontarlos después de su uso. Se necesita un led ultravioleta, una resistencia de 4,7 KΩ, una pila de 9 voltios, interruptor, cable y clip para la pila. Basta con unir o soldar la resistencia a la patilla larga del led y el otro extremo al interruptor y de allí al cable positivo (habitualmente rojo) del clip de la pila; el extremo corto se une al lado negativo del clip de la pila (normalmente negro). Si el cristal va dentro de una máquina, se sujeta de algún modo (con cinta adhesiva, por ejemplo) a la base del mismo o a uno de sus lados, se acciona el interruptor durante unos minutos. Este mismo mecanismo se puede construir sobre una base de cristal donde apoya la gema o el cuarzo durante unos minutos para que reciba la luz ultravioleta.
Los gráficos activos como el “desimpregnador” o el denominado “revitalización por magnetismo natural”, pueden limpiar cualquier cristal poniéndolo durante unos 20 minutos en el centro del gráfico o circuito radiónico como son también llamados. El gráfico debe estar orientado al Norte. Consultar los artículos sobre gráficos activos de la sección de psiónica.