Tiempo y energía son dos aspectos de una misma fuerza, y a través del entendimiento de esto se puede acceder a otras realidades, pues todo en el Universo ocurre a la vez y se experimenta si se rompen los velos puestos a esta fuerza, esta es la “teoría del tiempo” o de “densidad del tiempo” de Kozyrev. Nikolai Alexandrovich Kozyrev (1908-1983) fue uno de esos científicos que se salió de la ortodoxia oficial y desarrolló sus propias teorías al margen de las corrientes de su época. Marginado por la comunidad científica y el régimen Soviético en el que le tocó vivir, sus aportaciones todavía están por proporcionar grandes avances en el pensamiento científico y humanista. Ideó unos espejos curvos que permitían experimentar realidades distintas y situaciones atemporales, como si de puertas a mundos paralelos y la memoria del Universo o archivos Akásicos (en la tradición Hindú) se tratase. La teoría de la densidad del tiempo y la de los campos de torsión está íntimamente relacionada.
Kozyrev se planteó que la energía de fusión no era suficiente para alimentar a las estrellas durante miles de millones de años, por lo que debería de estar detrás de lo visible una energía distinta, que para él era el tiempo. Postuló que el tiempo, o su densidad, una vez aprendidas sus leyes reales, puede constituir una energía inagotable o de punto cero; además podría permitir los viajes en el tiempo. En el aspecto de la consciencia humana, le atribuye al tiempo cualidades intrínsecas que determinan la apreciación de la realidad.
De la teoría de Kozyrev y sus sucesores se sacan estas conclusiones: la realidad que consideramos como autentica es producida por el campo electromagnético de la tierra que filtra el tiempo y el espacio produciendo un tiempo-realidad lineal, en ausencia de campos electromagnéticos se tiene acceso a un “campo de localización instantánea” subyacente a nuestra realidad y que interactúa con la mente, la cantidad de actividad electromagnética solar que recibe la persona mientras esta en el útero determina la limitación que produce el campo electromagnético sobre el individuo y por lo tanto su sujeción a una realidad lineal, cuando se accede a esos niveles de experiencia su consciencia se incrementa, pues sabe atravesar ese velo impuesto por el campo electromagnético terrestre. El tiempo es una fuerza, que contiene los patrones de cualquier cosa que haya ocurrido en este planeta, por ello todo cada proceso material o psíquico deja rastro en el patrón del tiempo convirtiéndose en una información que es accesible desde cualquier parte del cosmos a modo de campo de información holográfica.
En la década de 1990, y ya muerto Kozyrev, un grupo de científicos de la Academia de Ciencias Médicas de Rusia en su división de Siberia sacaron del ostracismo las investigaciones de éste realizando una serie de experimentos. Para ello realizaron unas pruebas con espejos curvos y superficies curvas, que según la teoría de la densidad del tiempo eran capaces de amplificar el flujo de la energía del tiempo.
Cuando situaban a una persona dentro de este artilugio, experimentaron cosas muy curiosas, como apreciación de otras realidades, o situaciones relacionadas con tiempos pasados y futuros. Además, eran capaces de dar informaciones precisas sobre lugares o personas distantes que posteriormente eran contratadas. El artilugio era un tubo de aluminio en forma de espiral, con una persona sentada en su centro, más adelante se utilizo un tubo curvado horizontal en donde se acostaba el sujeto del experimento y que pareció demostrar propiedades terapéuticas.
Los sujetos expuestos a dichos instrumentos desarrollaban una gran sensibilidad psíquica que incluso perduraba algún tiempo después de las sesiones. Se hicieron experimentos telepáticos a base de símbolos elegidos al azar por un ordenador que debía recibir una persona lejana con grandes resultados. Los experimentos tuvieron que detenerse por las secuelas psicológicas y trastornos que provocaban en los sujetos expuestos.
En el centro de los cilindros surge una densidad de flujo del tiempo que neutraliza el flujo del tiempo del planeta y hace que se conecte con un campo de información Universal. De algún modo se podría decir que en el centro del cilindro se crea una interrupción con el flujo de tiempo local para abrirse la conexión al flujo de tiempo global o zona nula.
No solo los efectos de estos artilugios eran a nivel psíquico, sino que incluso a las instalaciones, ya que se observaron fenómenos en el cielo; esferas luminosas y auroras boreales hacían su aparición de la nada en el momento de iniciar los experimentos y desaparecían a finalizar los mismos. Esto hizo pensar que muchos fenómenos de los que se denomina ufológicos o de apariciones místicas (vírgenes, ángeles, etc...) eran producto de la acción de la densidad del tiempo. En este punto, coinciden con el conocido investigador radiónico David V. Tansley que en su libro de finales de la década de 1970 llamado “Mensajeros de la luz” proponía explicaciones similares a las apariciones de los OVNIS. Otro fenómeno observado es que en algunas ocasiones se creaba una especie de campo invisible en torno al edificio en donde se realizaban las pruebas, que producía una sensación de pánico y ansiedad a quien lo atravesaba, desapareciendo cuando salía de éste. Se repitieron los experimentos en Gran Bretaña con idénticos resultados.
Debido a estas investigaciones se creó con posterioridad y bajo el auspicio de la ya mencionada
Academia de Ciencias Médicas de Rusia, el “Instituto de Investigación Científica en Antropoecología Cósmica”, dirigido por los científicos Alexander Trofimov y Vlail Kaznacheev. Trofimov ideó una cabina cilíndrica basada en las investigaciones sobre la densidad del tiempo que tenía efectos terapéuticos, mientras que Kaznacheev se interesó por la interrelación celular a distancia a través de los rayos ultravioletas. En la Universidad de Viadrina en el 2012 se realizaron una serie de experimentos con estos dispositivos, suponiendo un escándalo por lo heterodoxo y siendo expulsado el profesor Gesine Schwanque que estaba realizando su tesis doctoral sobre las teorías de Kozyrev.
El tema de la densidad del tiempo y los campos de torsión es de un gran interés tanto a nivel científico como para aquellos interesados en la radiónica y en la psiónica, pues da base física a los fenómenos de transferencia energética y la utilización de las formas geométricas como instrumentos.