Introducción a la radiónica

La radiónica es el diagnóstico y acción terapéutica a distancia. El término proviene de la unión de las palabras “radiación” e “iónico”. Aunque generalmente se asocia esta técnica con aparatos electrónicos cuya lógica no corresponde con las leyes físicas o de la electricidad, hay muchos entendimientos distintos de la misma. Hay que diferenciar entre la radiónica anglosajona, que emplea instrumentos electrónicos o instrumental, y la radiónica franco-belga, derivada de las investigaciones sobre las energías sutiles por parte de los radiestesistas. La radiónica franco-belga está basada en la radiestesia y en la utilización de gráficos que tiene la facultad de actuar a distancia o de generar un efecto sobre líquidos o sustancias que el paciente ingiere. 


La radiónica como disciplina nace en los años veinte del siglo pasado, alcanzando su máximo esplendor en la década de 1950, estancándose hasta principios del siglo XXI donde parece que va a hacer otra evolución que en el presente está en desarrollo. Si bien sus comienzos se servían de la presencia del paciente para el diagnóstico y tratamiento, pronto se sustituyó por una muestra de pelo, sangre… La visión americana-anglosajona, es más instrumental y esta es la que se podría decir que tiene la denominación propia, aunque como iremos puntualizando, en la actualidad se tiende más al uso del péndulo y de ciertos gráficos que a la utilización de máquinas. Hay distintas versiones de quien acuñó la denominación de “radiónica”, una versión afirma que es una palabra acuñada por Caldwell que empezaron a utilizar los usuarios del instrumento Calbro-Magna-wave a partir de una convención de usuarios a finales de los años veinte del siglo pasado. Otros afirman que en Nápoles en 1938, Giambattista Callegerí es quien acuñó el término tras experimentar con las teorías de Lakhovsky. 

Los radiestesistas franco-belgas de la década de 1940 y 1950, evolucionaron de la utilización de péndulo para diagnostico a un modo de actuar con el paciente a través de objetos que según ellos emitían determinadas radiaciones y de gráficos con las mismas cualidades, denominados “circuitos radiónicos” o “gráficos activos”; seguramente la utilización del término se debe a que toma como referencia la radiónica americana, no por la similitud de la técnica, sino por la noción de acción a distancia. 

La radiónica clásica es instrumental, utilizando unos valores para cada enfermedad que se denominan “tasas” o “rates” en inglés, existiendo la visión de que es más física para unos, mientras que para otros es más mental; esto va a determinar que determinada escuela utilice aparatos electrónicos mientras que otra utilice gráficos y elementos simbólicos. 

Nosotros nos referiremos sobre todo como radiónica a aquella que utiliza elementos electrónicos con base analógica donde el operador tiene una parte decisiva, tanto en el diagnostico como en el tratamiento, empleando tasas para hacer el diagnóstico y el posterior tratamiento.


Los personajes claves en el desarrollo de la radiónica instrumental son en orden cronológico: se considera a Albert Abrams el fundador de la radiónica, Ruth Drown innovó la operatividad de los dispositivos y creó la primera cámara fotográfica radiónica, George de la Warr que realizó distintos instrumentos de diales y también realizó un instrumento fotográfico, Thomas Galen Hieronymus que realizó un tipo de instrumento radiónico diferente a los anteriores y Malcolm Rae creó un sistema de tarjetas para tratamiento además de crearla base 44. Hay muchos otros como David V. Tansley, Bruce Copen o Chales Cosimano, que han dado a la radiónica nuevos matices más o menos alejados de su origen.

En Inglaterra a finales de la década de 1960 y principios de la de 1970, surgen figuras como Malcolm Rae y David V. Tansley que renuevan el modo de hacer los análisis y tratamientos radiónicos, incorporando elementos magnéticos y geométricos, así como las consideraciones de las tradiciones orientales respecto a chakras y anatomía sutil (cuerpo etérico, cuerpo astral, causal …), esto hace que se desarrollen otros procedimientos, como una serie de cartas para impregnar con la frecuencia activa el agua, denominó a este conjunto de diseños Doctor Papel; en la India también se desarrolla un sistema similar basado en cartas con el diseño de remedios para determinados tratamientos, llamado “Sanathana Sai Sanjeevini”.

Los elementos típicos de un instrumento radiónico son el pozo o lugar para la entrada de la muestra y otro para la salida, detector táctil y diales para establecer el valor del tratamiento o diagnóstico. Los valores se denominan tasas y en la filosofía radiónica el ser humano es una globalidad energética que, cuando se desequilibra, muestra valores diferentes al de la totalidad, por lo que la labor del operador radiónico es restablecer ese equilibrio. 

En algunas líneas de trabajo radiónicas no se requiere instrumental, salvo el péndulo, y por otro lado hay instrumentos modernos que utilizan el ordenador para diagnóstico y tratamiento sin ninguna influencia activa para tomar las decisiones por parte del operador, empleando sistemas informatizados. 

Un elemento muy común, aunque no siempre presente en todos los equipos, es el denominado “detector táctil”, que consiste en una placa deslizante o goma sobre la que se frota con los dedos, con el fin de obtener una reacción de adherencia; ésta sustituye al péndulo cuando no está presente, y con ella se determinan los valores usando medios radiestésicos.

Los diales para las tasas, consistentes habitualmente en potenciómetros o condensadores variables, es un elemento fundamental en los equipos radiónicos; aunque se pueden obtener tasas a nivel personal que representan las enfermedades, los órganos y las situaciones, existen tablas con listas de estos valores. Los sistemas de tasas más utilizados son: “base 10”, los diales están numerados del 0 al 10; base 44 los diales llegan hasta este valor, tasas Hieronymus y una de las ultimas en aparecer es la base 336 típica de los instrumentos realizados en la India. Base 10 es típica de la mayoría de los instrumentos clásicos tales como tipo Drown, Delawarr y Copen, mientras que base 44 es la desarrollada por Rae. Las tasas Hieronymus son distintas debido a que no se obtiene el valor con potenciómetros en el instrumento, sino que se trata de condensadores variables. Los tipos de tasas más utilizadas son la base 10 y tipo Hieronymus, la base 44 es empleada en Inglaterra y en algunas asociaciones radiónicas; pero en equipos sencillos la que suele tener es base 10, por la facilidad y disponibilidad de tasas para todo tipo de acciones.
   



Un concepto importante en los instrumentos radiónicos clásicos es el de “localización” y “tendencia”.  Se denomina localización al valor o tasas que indican el problema, representan el órgano o persona a tratar; mientras que la tendencia es el valor corrector o de lo que se desea transmitir. Habitualmente los instrumentos radiónicos tienen un lugar especifico consistente en una placa metálica, un pozo de plástico o de otro material para el diagnostico o el lugar de localización y otro similar o especifico para la tendencia, en estos espacios se suele situar el testigo (pelo, saliva, foto analógica …) de la persona o elemento a tratar.

En los instrumentos clásicos, además del lugar para la localización y la tendencia, también hay diales específicos para estos dos apartados; en los instrumentos actuales se tiende a tener igualmente lugar para la localización y la tendencia, pero solo se tiene un espacio de diales para las dos funciones. Localización sería igual a entrada y tendencia igual a salida.

Por lo tanto, emplearemos el termino radiónica, para aquella técnica de tratamiento y diagnóstico que utilizan maquinas con componentes electrónicos, con algún sistema de marcación (habitualmente diales numerados) y alguna fuente de energía, ya sea eléctrica, magnética o puntas de cristales de cuarzo, siendo conscientes de que su diseño de circuito no corresponde con la lógica de la electrónica y que por lo tanto la mente del operador juega un papel importante. 

Cuando el instrumento utilizado no tiene las características anteriores y se trata de diales sin componentes electrónicos o de un simple esquema de la maquina dibujado sobre papel, estaremos hablando de “maquinas radiónicas simbólicas” y entrarían más en la categoría “psiónica” que en la de máquinas radiónicas propiamente dicho. 

Indistintamente se utilizará el término “maquina” o instrumento, siendo este último el más adecuado, porque el aparato físico sin un operador con un propósito determinado y con la mente centrada en el mismo es totalmente inoperante. 

Concluyendo, nos referimos a “radiónica” a la que utiliza instrumentales con una base más o menos electrónica, mientras que se utilizará el término “psiónica” para referirnos a elementos simbólicos puros o con elementos energéticos (cuarzos, pirámides, figuras energéticas, gráficos …). Un ejemplo: un instrumento con diales tipo Hieronymus es radiónica, ese mismo instrumento hecho en papel es “psiónica”.

La radiónica es tanto una técnica como un arte y el instrumento tiene tanta importancia como la pericia mental del operador. Si bien algunos solo quieren ver un aspecto mental, la física cuántica, los avances en el entendimiento de los campos de torsión y los campos escalares hacen ver la interrelación entre mente y maquina más real; ya que los dispositivos actúan como interferómetros psíquicos que permiten la conexión a distancia y el transporte de energía equilibradora. La radiónica es un universo por sí mismo con aplicación tanto al área de la salud humana, animal o vegetal, y después de casi 100 años de historia no solo no se ha detenido, si no que en el siglo XXI tiene mucho por evolucionar y aportar al desarrollo global.