El detector trans-atómico y los puntos nodales

Uno de los instrumentos radiónicos diseñados por George De la Warr de finales de la década de los 50 a principios de la decada siguiente del siglo XX, fue el detector trans-atómico, destinado a detectar unos puntos energéticos en torno a los objetos que denominamos “puntos nodales”.  En el librito llamado “The network of the ether”, que es una conferencia con algunas fotos en donde se ven distintos modelos de estructuras de esos puntos, se encuentra la descripción de sus investigaciones al respecto.

Los puntos nodales son un entramado de energía que se distribuye en torno al objeto definiendo sus
características y estado, a modo de entramado definido por puntos de concentración de energías. De la Warr descubrió esta red de energía en los experimentos que hizo sobre el crecimiento de plantas, con resultados similares a los obtenidos por Frances Farrelly. Farrelly con un simple péndulo radiestésico llegó a las mismas conclusiones que De la Warr, obteniendo en torno a un árbol puntos de concentración en su bóveda energética, que llegaron a velar placas fotográficas. Estos puntos nodales se entrelazan con el resto de elementos de su entorno inmediato y estos con el resto, constituyendo una red energética universal. La idea de unos patrones energéticos en torno a los objetos que determinan su morfología y función, es ahora entendido de muchos modos y con teorías distintas.

El detector trans-atómico se utilizaba con una sonda a modo de antena y con la ayuda de unas láminas de material transparente en torno a la muestra se va construyendo un modelo tridimensional de su red energética propia. Se ponía una lámina encima del objeto y con la mente pensando en la energía de uno de sus elementos o en el patrón morfológico, frotando con el dedo índice hasta obtener la reacción y en ese punto donde se encuentre la sonda se marca con un circulo adhesivo; se pasa a otra altura, situando una nueva lamina transparente, volviendo a repetir el proceso para localizar el siguiente nivel de los puntos nodales.

El detector es similar a los utilizados para el ajuste de los dispositivos radiónicos de diagnóstico y tratamiento, pero con unos elementos especiales que permiten un ajuste fino personalizado. Como en los detectores incluidos en los instrumentos con diales, consta de una placa de latón levantado un poco por otra placa más pequeña que la separa de la tapa, encima de esta se sitúa una lámina de goma que se tensa a través  de un marco de acero inoxidable. Un potenciómetro de 500 kΩ con graduación es útil tanto para determinar la intensidad del punto nodal, como para dejar graduado el detector para un único operador y propósito determinado. Una barrita de ferrita bajo la tapa y la placa de latón, tiene unida una barrá fina de aluminio en donde se encuentra a cada lado una pieza de zinc en un extremo y de cobre en el otro; estas dos piezas se mueven ajustándolas al operador, para afinar la sensibilidad del instrumento de acuerdo a la persona que va a manejarlo. Todos los ajustes de los distintos elementos del detector trans-atómico se hacen moviendo la pieza o el potenciómetro al tiempo que se pasa el dedo índice de la mano derecha por la goma hasta que se produce una adhesión, como si el dedo se pegase o le costase trabajo moverse, como en cualquier detector táctil utilizado en radiónica. Una pila de 9 VC alimenta el circuito, ésta se conecta a los dos extremos del potenciómetro, de los tornillos del placa de latón superior, se une con un cable a la ferrita y con otro a la conexión central del potenciómetro; una clavija para la salida de la antena o sonda, que se une al potenciómetro en la misma posición donde se une el polo negativo de la pila.
 

Es un instrumento sencillo, muy personalizable a la sensibilidad de la persona que va a utilizarlo; que no solo se utilizaba para encontrar los puntos nodales, sino también para ajustar dispositivos radiónicos que no cuenta con detector incluido en su diseño.