Las formas geométricas por estar inmersas en un universo energético, emiten unas radiaciones denominadas onda de forma, que también la producen determinadas formas físicas, colores y objetos. Los radiestesistas De Belizal, Chaumery, De Bondy, Bondy y Martial, cada uno por distintas vías, llegaron a las mismas conclusiones, llamando a esta energía de acción real como “onda de forma”.
Es la vibración determinada por la forma de las cosas, se mueve en una longitud de onda del orden de los angstrom. Se podría decir que la onda de forma es la huella que deja el objeto a existir e interactuar con las energías de su entorno, pudiendo servir de portadora de información, así como de acciones desde el objeto hacia otros y viceversa. Por lo tanto puede ser utilizado para saber un diagnóstico, como para portar un efecto al sujeto, es la portadora de la frecuencia en la que existen las cosas. La mente es capaz de sintonizarse con esta huella de vibración e interactuar a distancia, pues sirve como portadora; algunas fuerzas electromagnéticas, magnéticas y de otro tipo pueden incrementar su acción. Al ser la materia energía, ésta se transforma en la medida que evoluciona su onda forma, pues son parte de la misma identidad. Por otro lado cada acción, cada pensamiento, genera su propia onda de forma, lo que se denomina onda de forma abstractas. En la física actual la onda forma y su interactuación entre una y otras, correspondería a la “resonancia mórfica”, teorías surgidas del trabajo de Rupert Sheldrake y de sus experimentos sobre los campo morfo genético.
En general se tratan de construcciones geométricas y dibujos que son capaces de propagar ciertas influencias que actúan sobre las personas, plantas y objetos. Las figuras geométricas regulares emiten ondas de forma benignas, mientras que las emitidas por polígonos y formas geométricas irregulares no compensadas, son dañinas. En esta categoría de onda de forma entran figuras geométricas como las pirámides, los conos, las pilas radiestésicas, los dibujos activos (a veces llamados gráficos radiestésicos o radiónicos) y los dibujos teleinfluyentes. Si bien es un desarrollo de la radiestesia, entrarían más en el apartado de la psiónica, aunque a menudo no quede claro la diferencia entre ésta y la radiónica. La psiónica utiliza la energía de los objetos y sus formas, mientras que la radiónica las cualidades de los componentes electrónicos analógicos; por lo que las máquinas simbólicas entrarían más en la primera categoría y no en la segunda.
Los radiestesistas de principios de siglo XX, partieron del estudio de los colores, que no se refiere a los colores comunes, sino a gamas de frecuencias; encontraron una radiación misteriosa asociada a la forma de los objetos denominada “verde negativo”. Esta radiación es capaz de portar la energía a distancia, tanto es su aspecto benéfico como en el contrario; ya que bien utilizada puede producir la sanación o la enfermedad. En la gama de colores radiestésicos se encuentra esta energía misteriosa entre el negro y el blanco y si todos los colores giran en un solo sentido, éste en el verde hace girar el péndulo en sentido contrario; de ahí su denominación de verde negativo (-V). Su cualidad principal es la deshidratación y la de hacer de portadora de otras influencias, es por ejemplo la radiación que se encuentra en un tercio de la pirámide y en las pilas radiestésicas, ambas con propiedades modificadoras.
Para detectar estas energías, se diseñó un tipo de péndulo llamado “cromático”, pues si con un péndulo normal se puede determinar con un péndulo común, este lleva una marca para cada uno de los colores radiestésicos. Además de este diseño se realizó otro más avanzado que permite tanto detectarla como concentrarlas para un tratamiento, es el llamado “péndulo universal”, que incorpora unas pilas radiestesicas dentro de las esferas con la marcación de los colores.
Lo más importante de estas investigaciones sobre los colores radiestésicos es que hay una frecuencia propia emanada de las formas, lo que permitió desarrollar muchos instrumentos psiónicos, péndulos capaces de generar estas influencias, así mismo gráficos para el tratamiento de dolencias. Los gráficos activos dieron lugar a las tarjetas geométricas que utilizan los instrumentos radiónicos de Malcom Rae y posteriormente los 79 dibujos geométricos para sanción de Don Gerrad, recogidos en el libro llamado “Doctor papel”; más recientemente en las cartas de sanación de Sai Sanjeevini, sigue la huella de la radiónica desarrollada en Francia y Bélgica a partir de la onda de forma y de las investigaciones sobre los colores radiestésicos.