

Su construcción es sencilla: Cinco bases de plástico o cualquier material aislante con el grafico de la pirámide plana, en la parte inferior de cada una se encuentra un imán cerámico en el centro. El grafico puede estar pintado o gravado, incluso se puede emplear una placa de las usadas para los circuitos impresos de unos 18 cm de lado. Entre placa y placa se pone unos tubos de plástico de separación, de unos 4 cm de tamaño, dejando unos 12 cm en la parte final para poder situar el testigo u objeto a cargar. Los imanes de cada base deben atraerse tirando uno del otro, creando un empuje de energía desde la parte inferior a la superior. Un tubo de plástico transparente rodea el conjunto, y en torno a ese se enrolla una espiral de cobre en sentido horario, que tiene la función de controlar el efecto de la radiación denominada “verde negativo”. El extremo de la espiral debe estar en el centro de la una de las aristas y estar orientada al norte. Las medidas pueden variar en función del tamaño deseado y del grafico piramidal.
Para usarlo, basta con una vez orientado situar en la parte inferior un testigo de la persona a beneficiar o influir, junto con el deseo o el remedio. Según su diseñadora es un canalizador de la intención del operador. Así mismo es muy útil para cargar objetos energéticamente. Es interesante conocer este dispositivo por la similitud con otros similares diseñados sobre todo por los radiestesistas franceses y belgas.