La energía de la pirámide

Las pirámides han ejercido una gran fascinación sobre el ser humano, tanto por el misterio que las rodea, como el simbolismo que puedan encerrar. Muchas culturas diferentes construyeron su propia representación del monte cósmico, aunque las más conocidas son las de Egipto, se encuentran también en Suramérica, en China e incluso en Bosnia. Su cualidades energéticas casi nadie las pone hoy en día en duda, si bien fueron popularizadas en los años 70 del pasado siglo, su descubrimiento como concentrador de la energía universal se remonta a los años 30.

En los primeros años del siglo XX, los radiestesistas sobre todo franceses, empezaron a clasificar las energías sutiles como positivas y negativas a partir de una radiación primordial, dando lugar a una escala de colores “radiestésicos” que no corresponden con los colores de la escala visible. En ese espectro de radiaciones se encontraba una particularmente diferente a las demás, la denominada “verde negativo”, capaz de momificar elementos biológicos por deshidratación y de transmitir efectos a distancia, sirviendo de energía “portadora”. En este ambiente, el radiestesista Antoine Bovis viajó a Egipto visitando la pirámide de Keops, se fijó en las ratas y gatos momificados naturalmente en los pasadizos de esta mega estructura; analizando con su péndulo la gama de energía que se producía en la cámara del rey, se quedó  sorprendido al comprobar que correspondía con el misterioso “verde negativo”. De regreso a Francia, Bovis hizo un modelo a escala de la gran pirámide en la que introdujo a la altura de un tercio el cuerpo de un gato, este se momificó a los pocos días. Años más tarde en un viaje a Paris el ingeniero Karel Drbal, adquirió un libro de Bovis en donde explicaba sus experiencias con las pirámides. Este ingeniero realizó sus propios experimentos y se atrevió a presentar un expediente en el registro de patentes de su país, que tras numerosos rechazos y vuelta a presentar la solicitud en 1.959 apareció la pirámide de cartón en el mercado checo como “regenerador de cuchillas de afeitar”. Inspirado por los trabajos de Bovis, en Estados Unidos el místico Vérne Cámeron realizó sus propios experimentos sobre la pirámide y su energía, obteniendo resultados similares. En Francia los radiestesistas A. de Belizal y L. Chaumery realizaron instrumentos con figuras geométricas con efectos similares al de la pirámide; como no conocían muy bien la naturaleza y comportamiento de la misteriosa radiación denominada verde negativo, pudieron llegar a intoxicarse con ella, ya que se le atribuye la muerte de Chaumery a esta causa. El estallido de popularidad de la energía de las pirámides no vendrá hasta los años 70 del siglo XX en Estados Unidos, pero como hemos visto el origen de su descubrimiento es muy anterior y como consecuencia de las investigaciones sobre radiestesia. 

Cualquier pirámide cuadrada orientada al norte en el centro de uno de sus lados es capaz de producir una
energía capaz de momificar organismos biológicos, cargar alimentos o medicamentos energéticamente, afilar cuchillas de afeitar, ayudar a la curación o servir como instrumento para la acción a distancia. Todos estos efectos se deben a que su forma interrumpe el flujo de energía universal, generando la radiación denominada verde negativo por los radiestesistas. Aunque su energía se propaga por las aristas, la mayor concentración se produce a un tercio de su altura y en la unión superior de sus vértices, siendo positivo o negativo a medida que se aleja que la estructura física, ya que su efecto se propaga por encima y por debajo de la misma manera; esto es importante a tener en cuenta cuando se sitúa una pirámide debajo de una silla o una cama o encima de una persona a tratar, aunque es activo o pasivo su efecto es de carga. 

Su medida y proporción debería ser a escala de la pirámide de Keops, aunque cualquier base piramidal proporciona efectos similares. Se suelen hacer de cualquier material, aunque preferentemente no metálicos, ya que carga la energía y la emite inmediatamente; el aluminio, salvo que sea de gran pureza, se ha comprobado que produce sobre las personas dolor de cabeza. Con fabricar las aristas solo es suficiente, aunque se pueden hacer de papel sólido en sus paredes, sus aristas al aire o de cualquier modo, sus posibilidades de construcción son muy amplias. A dos de las aristas se le puede conectar un cable para conducir la energía a otros dispositivos, además refleja esta energía a través de espejos situados a un tercio de su altura en el centro de la estructura. En el centro de la pirámide a un tercio de su altura, como se ha dicho anteriormente es donde mayor concentra su energía, por lo que es conveniente poner algún objeto en donde poner el elemento a tratar.

Un modo sencillo de experimentar la energía de la pirámide es situar a un tercio un elemento a momificar y se comprobará como esto ocurre en pocos días o que su descomposición se produce de un modo distinto al habitual.  Para potenciar un medicamento o un alimento dejarlo durante unos minutos debajo de la pirámide orientada convenientemente. Se pueden hacer pirámides de orgonita para potenciar instrumentos radiónicos o hacer un emisor de extremada baja frecuencia (ELF por sus singlas en Ingles) situando dentro de la estructura piramidal un cristal de cuarzo con una bobina de moebius y siendo excitado por un zapped de 15 Hz. o 7,82 Hz. También se puede poner en la base de la pirámide una foto de la persona a tratar y el medicamento o deseo escrito en un papel, actuando como un instrumento psiónico para la influencia a distancia.

Son muchas las investigaciones, usos y modos de construir y aplicar la energía de las pirámides, pero en esta primera aproximación hemos querido profundizar en la historia de su descubrimiento y en una introducción a sus usos.

Dejamos a continuación una tabla con sus proporciones adecuadas y una plantilla para imprimir una pirámide básica en papel.

Proporciones:

Altura
Base
Arista
Apotema
100
157,0
149,4
127,9
150
235,6
224,2
191,8
200
314,1
298,9
255,8
250
392,7
373,8
319,7
300
471,2
448,3
383,7
350
549,7
523,1
447,6
400
628,3
597,8
511,6
450
706,8
672,5
575,5
500
785,4
747,3
639,5
550
863,9
822,0
703,4
600
942,4
896,7
767,4
650
1021,0
971,4
831,3
700
1099,5
1046,2
895,3
750
1178,1
1120,9
959,2
800
1256,6
1195,6
1023,2
850
1335,1
1270,4
1087,1
900
1413,7
1345,1
1151,1
950
1492,2
1419,8
1215,0
1000
1570,8
1494,6
1279,0
1050
1649,3
1569,3
1342,9

Plantilla: