Las cristalizaciones sensibles

El agua es capaz de recoger en su estructura la vibración a la que es sometida, distintos experimentos realizados por múltiples investigadores así lo demuestran, fundamentalmente los efectuados por Masaru Emoto y Jacques Benveniste; anteriormente Rudolf Steiner  en la tercera década del siglo XX probó las formas geométricas que se generaban en cristalizaciones de sulfato de cobre según el elemento u organismo al que era expuesto. Son estos distintos métodos que demuestran como el agua se estructura según la influencia que reciben y que pueden ser útiles en la investigación de las energías y frecuencias como modo fácil de comprobar un efecto.

Las cristalizaciones sensibles son un método sugerido por el fundador de la Antroposofía y de la Agricultura Biodinámica, Rudolf Steiner y que desarrollo su colaborador Pfeiffer en los laboratorios de Goetheanum, quien en los años treinta del siglo XX ya utilizaba este sistema para apreciar la calidad de productos biológicos. Consiste en una disolución de sulfato de cobre en agua destilada, entre el 5 y el 10 por ciento, que se deja evaporar para que forme cristales y comprobar que formas adopta. Se debe dejar evaporar en condiciones de humedad y calor constantes, aproximadamente a 27º centígrados de temperatura y a un 65 por ciento de humedad, si bien estas condiciones son las óptimas otras pueden ser igualmente válidas. La disolución se pone en una placa de Petri para poder apreciar los cristales que forman, cuando solo se pone la disolución del sulfato de cobre con el agua, las formas que adoptan son irregulares;  pero cuando se añade una gota de agua, leche, o de una sustancia tratada de algún modo, revelan formas geométricas que pueden dar lugar a interpretaciones sobre el valor energético y de equilibrio. Por ejemplo se quiere saber si es adecuado
un medicamento para tratar a una persona, se introduciría una gota del medicamento en cuestión y una gota de muestra biológica del sujeto (orina, sangre, saliva…) en la disolución de sulfato de cobre, tras dejarla evaporar se estudiarían las formas geométricas de la cristalización. Este método fue ideado para comprobar las calidad de los implantes en plantas y de los sistemas utilizados en agricultura biodinámica, pero es útil y se ha probado para verificar el efecto de las pirámides, de la radionica y de otros tipos de instrumentos similares. Se basa en que el agua es capaz de estructurarse de acuerdo a la influencia que recibe, adelantando algunas décadas a los métodos de Emoto y Benveniste. Unas fotos publicadas en el 2009 por Philippe Coderey, muestran las diferencias en la cristalización del vino convencional al vino tratado por los sistemas de la biodinámica, la cristalización del vino normal a la izquierda y a la derecha del tratado:

         

Otro ejemplo publicado en la revista en 1990 “The Lance” por un equipo austriaco demuestra los efectos de los campos electromagnéticos fuertes sobre los elementos orgánicos al calentar la leche con fuego de gas y al hacerlo con micro ondas. En la imagen de la izquierda se ve los cristales formados con una muestra de leche calentada en fuego de gas que mantienen una estructura y como en la imagen de la derecha, al calentarla con micro ondas pierde su estructura:
       




Un ejemplo más de compost normal a la izquierda y compost tratado por medios de biodinámica a la derecha:
       














Cristalización de una muestra de miel a la izquierda y de azúcar refinada a la derecha:
       












Este método de cristalización es de suma utilidad para cualquier investigador de las energías más sutiles, así como de las distintas influencias sobre organismos biológicos. El agua cuando está en óptimas condiciones o influencias de frecuencias favorables mantiene una estructura, pero si es afectada por campos electromagnéticos o por otros elementos tóxicos pierde estructuración. Es curioso comprobar como algunas muestras se asemejan o estructuran sus cristales de acuerdo a su forma física, evolucionada, pues en el caso de los vegetales los cristales se organizan de modo similar a la planta. Es un sistema similar al de Emoto que al congelar el agua expuesta a pensamiento o influencias comprobaba que forma adoptaban los cristales, pero mucho más asequible al aficionado a la investigación para tener un evidencia de su experimentación.