Un generador de impulsos, tipo zapper, se puede utilizar para emitir una frecuencia en el entorno próximo que afecte a las personas que estén a su alcance. Hay distintos dispositivos comerciales que producen efecto de relajación o de armonización con la energía de la Tierra (frecuencia de resonancia Schumann) a través de una bobina simple, una bobina dentro de una orgonita o una bobina en torno a un cuarzo, los conocidos como succor punch. Estas emisiones son conocidas como de “extremada baja frecuencia” o por sus singlas en ingles ELF; explicaremos el modo de realizar uno de estos emisores sencillo de doble frecuencia seleccionable (7,83 y 110 Hz.).
Existen en el mercado distintos dispositivos que aseguran producir cambios en el estado de ánimo de las personas cercanas a ellos, los hay de muchos tipos y diseños. Se basan en el hecho conocido de que las emisiones radioeléctricas de extremada baja frecuencia terminan por afectar al entorno cercano, habiendo sido comprobado que el cerebro entra en sintonía con dichas frecuencias sumergiéndose en el estado de consciencia correspondiente. La frecuencia de resonancia Schumann es de 7,83, que es la propia del planeta Tierra y que corresponde en el cerebro al estado “Alfa”, es decir a la relajación profunda y la meditación. Por otro lado la frecuencia de 110 a 111 Hz. es muy particular y está todavía por descubrir todos sus efectos en el cerebro, pero en estudios realizados se ha verificado que activa el área cerebral donde reside el estado de ánimo y la empatía social; esto se produce porque los patrones de la actividad de la corteza prefrontal cambian, porque se da una desactivación relativa del lenguaje y un desplazamiento de izquierda a derecha que afectó la parte creativa y emocional. En instrumentos de época soviética se ha utilizado esta frecuencia de 111, Robert C. Beck la utilizó en uno de sus aparatos para desintoxicación, tiene una relación con la capacidad craneal, algunas cuevas que fueron utilizadas para cultos prehistóricos, así como muchos de los monumentos megalíticos y de la antigüedad resuenan a dicha frecuencia.
El instrumento propuesto es un generador de impulsos, tipo zapper, que en vez de ir a unos electrodos para que entre en contacto con la piel va su salida a una bobina. La bobina podría ser la de un viejo relé, como en nuestro caso o en torno a un núcleo de ferrita. Su construcción es la típica de un zapper, pero con dos resistencias variables ajustadas a 7,83 y 110 Hz, respectivamente; gracias a un interruptor con dos polos y común, se puede seleccionar una u otra. Aunque se podría haber optado por otras frecuencias o incluso añadirle alguna más distinta, creemos que estas dos son muy apropiadas por tener que ver ambas con la energía telúrica. El dispositivo construido de este modo es de un tamaño reducido que permite ponerlo en un lugar cercano a la cama o lugar de descanso, así como en el entorno que se desee armonizar con las mencionadas frecuencias; con un alcance de entre dos y tres metros. Este es su esquema:
1 resistencia de 1 KΩ
2 potenciómetros de 2 MΩ, preferentemente del tipo multivuelta para un ajuste más preciso.
1 resistencia 4,7 KΩ.
1 resistencia 3,9 KΩ.
1 diodo led.
1 diodo 1N4007.
1 circuito integrado 555 y su correspondiente zócalo.
1 condensador cerámico de 0.01 µF.
1 condensador electrolítico de 1 µF.
1 interruptor de palanca de dos circuitos y común.
1 interruptor de palanca.
1 clip para pila de 9 v.
Cable, caja, clavija si se van a conectar electrodos, placa perforada de montaje, estaño y soldador. Además de una bobina, que puede ser la de un viejo relé que se soldará a la salida de la resistencia de 4,7 KΩ y al negativo. La bobina puede ser sustituida por una hecha con núcleo de ferrita o una antena más elaborada; pero para un alcance de unos dos o tres metros es suficiente. El montaje siguiendo el esquema no tiene grandes dificultades. Fijaremos la bobina a un extremo de la caja con pegamento de contacto. Cuando esté el interruptor en la posición de 7,83 Hz. el led parpadeará de un modo visible, mientras que a 110 Hz. solo veremos una luz continua. La frecuencia se ajusta con ayuda de un frecuencímetro o un osciloscopio, moviendo el tornillo de las resistencias multivuelta de 2 MΩ.
Se han fabricado muchos aparatos similares al descrito, con un diseño en caja o con elementos más energéticos, un ejemplo está en los instrumentos radiónicos realizados por el que se proclama como creador de la orgonita, Karl Welz. Consistiría en un circuito como el anteriormente descrito, pero la bobina iría a una bobina conectada a un tubo metálico que sale de la caja para dirigir la energía pulsada y que llega a una orgonita que envuelve la bobina. Sería similar a este esquema:
Otra variación de este circuito es la de conectarlo a un succor punch, es decir un cuarzo con una bobina de moebius en una orgonita, se realizó uno en una caja de madera con un circuito simple de 1,2 Hz. para inducir al sueño profundo:
El circuito y sus distintos montajes descritos es de una gran utilidad a nivel personal y permite adentrase en las experiencias de las emisiones de extremada baja frecuencia.