Las gemas o cristales se pueden utilizar como remedios tanto para cuestiones emocionales, psíquicas o físicas a través de llevar estas piedras encima o con elixires bebibles, similar a como se hace con las esencias florales. Hay distintos modos de impregnar el agua de la frecuencia vibratoria de la gema o gemas que se requiera, este es un repaso por los métodos más utilizados.
Para hacer un elixir de gemas o piedras hay que impregnar agua mineral con la esencia vibracional de la misma, posteriormente se envasan en recipientes más pequeños con un 25 por ciento de alcohol de uso alimenticio, como conservante. El alcohol puede ser orujo blanco, brandi o vodka. Si no se tolera el alcohol, éste se puede sustituir por una cucharadita de miel. Se conserva en torno a unos dos años para uso interno y unos 6 años para uso externo, si se pone turbio el líquido debe de realizarse uno nuevo. Tomar 4 gotas cuando sea necesario o según lo indique la prescripción determinada indicada por el terapeuta o averiguada por medios radiestésicos. El recipiente final puede ser tipo pipeta o cuentagotas, siendo recomendable que esté hecho de cristal opaco, caramelo o ahumado.
Para hacer un elixir de gemas de uso externo, basta con introducir la gema en un recipiente con dispensador tipo atomizador y dejarla al sol un día antes de su primer uso. Este sistema es útil para esparcir sobre la piel con el fin de obtener las cualidades energéticas de la gema. Este modo solo es adecuado para piedras cristalinas que no se disuelven y que sus cualidades químicas no son tóxicas.
El modo más sencillo de realizar un elixir de gemas es poner una de ellas en una garra con agua mineral o pura durante todo un día al sol. A este modo se llama “directo” y es adecuado para piedras que no se disuelven en agua, como el cuarzo. Una vez pasado el tiempo de exposición a la energía de la piedra se pasa a recipientes más pequeños llenando solo tres cuartos y el resto con alcohol alimentario, como se ha indicado anteriormente.
Otro modo consiste en poner una botella con agua pura en un recipiente mayor con agua y exponerlo al sol y la luna durante todo un día. Este método es adecuado para piedras o minerales que se descompongan o suelten algún tipo de partículas. El agua del recipiente pequeño, se pasa a otros con el conservante alcohólico. Es el conocido como método “indirecto”.
Otros modos menos tradicionales serían utilizando instrumental radiónico, dispositivos. Un instrumento para copias radiónicas puede realizar la copia simplemente poniendo la gema en la placa emisora y el frasco con agua en el receptor, como si de una copia homeopática se tratara. También se podría utilizar un gráfico activo para el mismo propósito. El sistema de Jacques Benveniste puede ser uno de los más fiables, ya que el ruido blanco ayuda a una transmisión efectiva de la esencia vibracional de la piedra en cuestión. También se puede transmitir poniendo la gema y el frasco con el agua encima de una bobina bifilar plana y someterla durante unos 10 minutos a ruido blanco o a una frecuencia Schumann.
Son muchas las gemas y piedras que se pueden emplear para hacer un elixir por los métodos descritos anteriormente, pero hay una combinación que cubre muchos aspectos, ya que incluye cualidades de todos chakras más otras dos, a modo del conocido “remedio rescate” de las Flores de Bach; es el denominado “Elixir Arco Iris”. Está compuesto de las siguientes piedras: rubí (chakra primero), coral (chakra segundo), perla (chakra tercero), diamante (chakra cuarto), topacio azul (chakra quinto), zafiro (chakra sexto), esmeralda (chakra séptimo), ónix (para los trastornos físico severos) y el crisoberilio (para los trastornos psíquicos severos). Se podría utilizar una combinación distinta de piedras, pero esta es la hindú tradicional. La administración de este elixir de gemas se realiza en caso de ansiedad extrema, periodo de luto, después de una operación, traumatismo grave, desanimo, durante y después del parto, etc… En general con cuatro gotas es suficiente para armonizar tanto el físico como la psiquis y puede repetirse cuantas veces sean necesarias.