El Oscilador de Ondas Múltiples

El Oscilador de Ondas Múltiples, más conocido por sus siglas en inglés como MWO (MULTIPLE WAVE OSCILLATOR), fue ideado en la década de 1930 por Georges Lakhovsky. Básicamente es una bobina Tesla de alta tensión y frecuencia que a través de unas antenas produce una gama de frecuencias que resuenan en las células vivas y tienen un efecto terapéutico, al menos, esta era la teoría de Lakhovsky. Como no se sabe qué frecuencia puede ser la adecuada, se pretende generar la mayor cantidad distintas de ellas, con sus distintos armónicos, con la pretensión de que alguna sea la adecuada. Este aparato debe ser realizado por expertos en alta tensión y manipulado por personal cualificado, ya que puede resultar peligroso si se entra en contacto con las antenas o con los cables que conducen la electricidad. 


Hay básicamente dos tipos de osciladores: los monopolares y los bipolares. Los monopolares son los originales comercializados por COLYSA, constan de dos bobinas tipo autotransformador-oudin acoplado directamente a cada una de las antenas. Los de tipo bipolares están realizados con una bobina tipo tesla conectados cada uno de sus extremos a una antena. 

Estos modelos en teoría son capaces de entrar en resonancia entre una antena y otra, por lo que se produce una conjugación de fase, en donde hay una reciprocidad de frecuencias entre una antena y otra. Una bobina oudin está construida en torno a un tubo en el que se ha enrollado un hilo de cobre grueso (primario) de pocas espirales y a continuación un buen número de espirales de cobre fino (secundario) que se conecta a una de las antenas. La bobina tesla consiste en un tubo al que se le han enrollado un gran número de vueltas de hilo de cobre fino (secundario), encima de éste se pone un cable de cobre de un mayor grosor y pocas vueltas (primario); de los extremos del secundario se conecta cada antena. Otra variante de bobina consiste en una doble oudin, que consta de un primario realizado con cobre grueso y dos secundarios con múltiples vueltas de hilo fino a ambos lados. Sobre estos dos tipos básicos hay distintas variaciones y modificaciones, por ejemplo, una bobina tesla donde una conexión va a la antena y el otro polo va conectado a tierra. Lakhovsky no dejó descripción detallada de su invento y, aunque se han encontrado unas pocas máquinas originales, esto ha dado lugar a distintos desarrollos y especulaciones con resultados relevantes a nivel terapéutico.
Bobina oudin: 

Bobina tesla:     
  
Bobina doble oudin: 

Un elemento relevante en este tipo de equipos son las antenas, que suelen ser unos anillos abiertos de metal, puede ser en tubos, en plano o impresas en pistas de cobres. El diseño de los anillos debe tener una proporción adecuada, por lo que es importante que se realice correctamente. Un factor que es utilizado en el tamaño y distancia entre anillos es la proporción “aurea” (1,618) o número phi (φ). Según cada desarrollador utiliza un metal para todos los anillos o combinación de distintos metales para anillos diferentes, con un número que puede oscilar desde 12 anillos a 9, y con un tamaño que puede variar desde unos 83,20 centímetros de diámetro en el más grande hasta los 4,64 de diámetro en la más pequeña, con una frecuencia de 115 MHz en el primero y de 1.273 en el último debido a su longitud. Los aros están sujetos unos a los otros usualmente por hilos de seda, aunque en algunos diseños se mantienen fijos con una guía de un material dieléctrico. Se rematan los lados abiertos de los aros con bolas de metal. Hay distintos diseños, con distinta distancia y distribución de anillos, con distintos metales en los anillos e incluso con anillos de distinto color. 

Un ejemplo de antenas monopolares original de Lakhovsky:

Ejemplo de antenas bipolares:




Antenas planas:

Otro elemento utilizado en la mayoría de Osciladores de Ondas Múltiples es el denominado “spark-gap”, destinado interrupción momentánea de los dos terminales de alta tensión. Consiste básicamente en dos piezas conductoras que se encuentran en medio de la conducción de alta frecuencia, abriendo o separando la distancia entre una pieza conductora y la otra se consigue un pulso más o menos
constante de descarga que se manifiesta en las antenas. Aunque el aire es aislante, pero como todos los dieléctricos, tienen un voltaje de disrupción a partir del cual es perforado y conduce; en el caso del aire, las moléculas se ionizan produciendo el salto de chispa. En el salto de chispa influyen factores como el material en el que están realizados los dos electrodos, el tipo de electrodos, la distancia entre estos terminales y la humedad. Aproximadamente por cada 8.000 voltios se produce una chispa de un centímetro entre el aire de los terminales. Este salto de chispa produce ozono y otros gases que pueden ser peligrosos, por lo que se debe tener una ventilación adecuada. Además, hay que tener en cuenta que la chispa puede producir un flameo o fuego entre los electrodos que puede llegar a quemar. Lo normal es que en una sesión de uso del oscilador de ondas múltiples se mantenga el spark-gap a una misma distancia, en algunas ocasiones es conveniente empezar la sesión con un salto de chispa más continuo y terminar con un salto más discontinuo. Hay modelos más modernos de osciladores que no llevan spark-gap, que se denominan como de “estado sólido”.


El uso del Oscilador fue destinado en principio fundamentalmente para restablecer el equilibrio energético de las células a modo de recarga del propio potencial de éstas. Una célula sana tiene un voltaje en torno a 75 milivoltios, cuando enferma su valor desciende en torno a los 55 o 50 milivoltios, por debajo de 30 milivoltios entra en proceso de necrosis que conduce a la muerte de las células.  El oscilador repone el voltaje celular, pero no atacando a las células, sino actuando sobre todo el conjunto del cuerpo. Entre las patologías para las que se suele utilizar el oscilador estarían las siguientes: cáncer en todas sus variaciones, alteraciones digestivas, contracciones musculares, debilidad de huesos, baja vitalidad, alteraciones nerviosas por estrés, eliminación de patógenos y todo lo que implique un descenso del potencial eléctrico de las células, ya sea por ataque externo o por deterioro de su función. Hay que puntualizar que, en enfermedades oncológicas, los efectos dependen de lo extendidas que se encuentre y de la periodicidad de las sesiones, y si bien no siempre se consigue una curación definitiva, en la mayoría de los casos se produce un aumento considerable de la vitalidad. 

El tratamiento no debe realizarse en periodos de luna llena, pues parece ser que la efectividad del oscilador desciende. El lugar donde se realice la sesión debe ser geo patológicamente sano, es decir, que no se encuentre ningún cruce de líneas Ley, Curry o Hartmann. Debe estar el equipo en un lugar amplio o que tenga una buena ventilación, se produce ozono cuando emite chispas, tanto del spark-gap o de las antenas. 

La persona que se somete al tratamiento debe beber abundante agua, se recomienda quitarse todos los elementos metálicos, incluidos los que lleven la ropa (cinturones, anillos, pendientes…), no siendo imperceptible, sí que es aconsejable. Es también recomendable estar con los pies descalzos en contacto con el suelo. En los equipos con dos antenas, ya sean de tipo monopolar o bipolar, la persona se sienta entre ellas, en una silla que no tenga elementos metálicos. En los modelos de una sola antena, quien se ha de exponer a la acción de las ondas múltiples se sienta de espaldas a la antena, en una silla con respaldo que impida que toque la antena y con los pies en el suelo sobre una placa en contacto con tierra. Para animales es preferible emplear antenas planas o impresas, que permite ponerlas cerca del lugar donde éste se encuentra y a su altura. También se puede utilizar un electrodo con forma espiral y mango cerca la antena y en contacto de la bola metálica con el cuerpo, con el fin de incrementar el efecto en una zona específica. Para que se sienta patente el efecto de carga del campo eléctrico se puede sujetar un tubo fluorescente entre las manos (con cuidado de no tocar la parte metálica, con los dedos siempre el cristal) que se iluminará, pudiendo acercarlo a la antena, evidenciándose unos rayos de descarga eléctrica. La sesión debe durar unos veinte minutos aproximadamente, tanto por el sujeto expuesto a la radiación, como por el sobrecalentamiento del equipo; recuérdese que el equipo produce una cantidad considerable de ozono, por lo que conviene hacer pausas por muy ventilado que esté el lugar donde se realice la sesión. En ocasiones se utiliza durante gran parte de la sesión el salto de chispa de un modo continuo, y si el spark-gap es regulable, en los últimos momentos se abre la separación de los electrodos para que se produzca el salto de chispa con más distancia; de este modo se amplían la variedad de frecuencias y armónicos resultantes en el conjunto de la sesión.

Los comentarios que se hacen a continuación han de tomarse como puramente informativos y de acuerdo a las experiencias de algunos usuarios, nunca como verdades absolutas, repetibles o científicas. En tanto a los resultados y aplicaciones del oscilador de ondas múltiples son muy diversos tanto unos como otros según los distintos investigadores. Desde sus primeros usos allá por la década de los años treinta del siglo pasado siempre se le ha asociado a tratamientos oncológicos y aún hoy en día muchos usuarios reportan disminución de los tumores e incluso desaparición total de los mismos. Las recuperaciones en procesos cancerosos dependen del estado de avance de la enfermedad y de los otros procesos de apoyo que realice el individuo. Por ejemplo, puede ayudar al alivio de los síntomas, pero, si se mantienen hábitos destructivos (tabaco, alcoholismo, …) y no se lleva la alimentación adecuada, no se puede hablar de un éxito o un fracaso del tratamiento con el oscilador de ondas múltiples. Se conocen casos de personas con operación quirúrgica reciente y con problemas de movilidad añadidos por las cicatrices que, tras una sesión, han salido andando por su propio pie. Hay que remarcar que es muy importante la continuidad de las sesiones y que, si para cuestiones leves puede ser adecuada una a la semana o quincenalmente, en casos como los descritos anteriormente deberían de hacerse casi diariamente. En trastornos digestivos se le atribuye bastante efectividad, pudiendo relatar el caso de una persona a las 2 o 3 horas de desayunar sentía unas nauseas y mareos que le obligaban a estar postrada, a ojos médicos no tenía nada diagnosticable; tras una sesión, le desaparecieron durante quince días, sometiéndola a distintas exposiciones quincenal y mensualmente, al poco tiempo le desapareció el síntoma. Se han dado casos en donde el estado tan avanzado de deterioro de salud no ha sido solucionado por ningún medio, pero se ha experimentado un alivio y un incremento de la vitalidad que ha favorecido la recuperación apoyándose tanto en los métodos de la medicina convencional como de las naturales-complementarias. En algunas personas puede darse en las primeras sesiones un recrudecimiento de sus síntomas, que son interpretados como crisis curativas en las que el cuerpo reacciona de un modo enérgico como modo de restablecer el equilibrio celular. Este recrudecimiento de la sintomatología suele ser temporal, con una evolución favorable en un plazo corto de horas. Como su propio nombre indica, el oscilador de ondas múltiples, genera una variedad de frecuencias y armónicos tan grande que no actúa sobre un factor o problema concreto, sino a nivel de todo el organismo como conjunto energético consciente.

Gracias a Teslatronica por el asesoramiento.